La historia detrás de las tradiciones decembrinas más amadas por los caleños

Cali siempre ha sido una ciudad alegre, pero sin duda el apogeo de este sentimiento se vive en diciembre, cuando toda la ciudad vibra con una energía muy especial, la energía de las fiestas navideñas y de ese fin de año que es tan celebrado en nuestra ciudad.

Esta época decembrina no sería igual sin las tradiciones que siempre la han marcado y que van preparando a sus habitantes para cerrar el año y darle la bienvenida a otro. Hoy vamos a conocer la fascinante historia detrás de las tradiciones decembrinas que no pueden faltar en un diciembre caleño.

Delirio, Cali, Colombia

Los diablitos – 30 de octubre

Desde este mes ya se sabe que se termina el año en Cali, pues los tambores de los diablitos anuncian que las fiestas de diciembre están a la vuelta de la esquina. Los diablitos o los diablitos de Siloé, son una tradición muy particular que todos los caleños recordamos, pero ¿qué tanto sabes sobre su orígen?

Esta tradición tiene alrededor de un siglo de existencia, pues se cree que inició aproximadamente en 1916. Según cuentan los habitantes del barrio, el 24 de diciembre de este año un grupo de jóvenes (algunos dicen que eran mineros de carbón) del sector estaban de fiesta y tocando instrumentos cuando se les acabó el licor. Bajaron entonces por las empinadas calles de Siloé hacia la calle quinta para buscar más licor, haciendo algarabía, cantando y tocando sus instrumentos. La gente, conmocionada de verlos tan alegres, les iba tirando monedas a su paso, con lo cual pudieron recolectar más dinero para seguir la fiesta. Ellos, emocionados, volvieron a contarle a sus compañeros del barrio y así nació la tradición. 

Hoy en día, los diablitos se conforman de grupos de 4 a 6 integrantes, que desde el 31 de octubre recorren nuestras calles disfrazados de distintos personajes incluyendo diablos, muertes, y culonas. Pasan en bullaranga con sus coladores de café que hacen las veces de monederos, pidiendo monedas en sus comparsas para que diciembre no los coja con los bolsillos vacíos. Una tradición muy caleña que además se considera uno de los carnavales naturales más extensos del mundo. 

Los Diablitos de Siloé
Tomada de Canal CaliTV

El día de las velitas (Bailable) – 7 de diciembre

Esta es una tradición de origen religioso que se celebra en todo Colombia, pero en Cali tiene una gran acogida entre todas las personas, pues es una gran excusa para reunirse con la familia a hablar, disfrutar, planear las vacaciones navideñas y los parches de la Feria. Mamá caleña que se respete, ya tiene armada su decoración de Navidad antes del día de las velitas, lista para recibir a toda la familia con natilla, buñuelos y más.

Esta tradición consiste en prender velas y faroles, en el patio, el balcón o la acera de la casa, para honrar a la Virgen María y su Inmaculada Concepción. Normalmente con cada vela que se enciende se le hace una petición especial a la Virgencita.

Sin embargo en Cali le damos un toque muy especial: para muchos hogares el baile es un ingrediente que no puede faltar en esta celebración. Al ritmo de clásicos decembrinos y muy cercanos al corazón caleño como ‘Bella Es La Navidad’ de Richie Ray y Bobby Cruz, ‘Cali Ají’ del Grupo Niche o ´Las Caleñas´de Pastor López, se da inicio a las celebraciones de diciembre. 

En el caso de los más pequeños, el día de las velitas es una excusa para jugar con sus amigos y primos y por supuesto, para competir por quién hace la bola de cera más impresionante con los restos de la velada. 

Definitivamente, es una tradición que disfrutan caleños de todas las edades.

Día de las velitas
Tomada de ElPaís.com

Novenas de Navidad (Bailables) – 16 a 24 de diciembre 

Las novenas de Navidad son otra actividad practicada en la mayoría de los hogares colombianos, y que en Cali tienen la distinción de trascender la religión y volverse en una celebración más de la época. Es una tradición muy antigua que se extendió a países vecinos como Ecuador y Venezuela pero tiene sus orígenes en Colombia del siglo XVIII.

Puntualmente, fue en 1784, en Santafé de Bogotá, que imprimieron la primera Novena para el aguinaldo, escrita por el sacerdote franciscano Fernando de Jesús Larrea. Este fraile desarrolló su labor religiosa en Quito, Popayán, Cali y la capital del virreinato, y mantenía contacto con la comunidad franciscana. Se dice que la solicitud vino de Clemencia Caicedo, una de sus corresponsales. Esta Novena marcó el inicio de una tradición navideña que los colombianos siguen celebrando casi 250 años después.

Siguiendo los principios de las órdenes mendicantes desde la Edad Media, Larrea escribió una oración en la que las personas se entregan a Dios, ofreciéndole «pobreza, humildad y virtudes similares» siguiendo el ejemplo de Cristo, tal como enseñó San Francisco en el siglo XIII. Esto lo vemos en la oración que se reza durante más de dos siglos en la celebración de la Navidad.

La novena de Navidad cambió con la llegada de la modernidad gracias a Bertilda María Ignacia Samper Acosta. Ella era hija de los escritores José María Samper y Soledad Acosta, y también había estudiado en el Colegio de La Enseñanza, fundado por Clemencia Caicedo. En 1896, se unió a las monjas clarisas, la rama femenina de la comunidad franciscana.

En 1910, poco después de su muerte, se publicó una versión moderna de la Novena de Aguinaldos. En esta nueva edición, se cambiaron las métricas de las canciones y se actualizó el lenguaje. Siguiendo la esencia de la edición original, se agregaron referencias a las antífonas mayores, cantos litúrgicos que se utilizan desde la Edad Media para preparar la venida de Cristo.

En la actualidad, la novena trascendió lo religioso y se convirtió en una reivindicación del folclor, la identidad y la familia colombiana. En el caso de Cali, también se fusionó con la cultura musical local y se convirtió en un momento oportuno para compartir en familia a través del baile, la música y uno que otro traguito. Por eso en muchos hogares se realizan las ‘novenas bailables’ que como su nombre se indica, tienen un segundo acto que consiste en un gran baile familiar al ritmo de los clásicos de la salsa, pero también el merengue, la salsa choke y los demás ritmos latinos. 

Novena de aguinaldos
Tomada de ElTiempo.com

La Feria de Cali – 25 al 30 de diciembre 

La Feria de Cali, el evento que reúne a toda una ciudad en cinco días de éxtasis, goce y por supuesto, salsa. Cada año, alrededor de 60 mil turistas de todo Colombia y el mundo llegan específicamente a vivir una experiencia de feria como ninguna otra.

¿Pero cuántos de estos miles de visitantes realmente conocen la historia de la Feria? Se podría decir que muy poco, incluso hay muchos caleños que cada año la gozan sin conocer su historia. Pues aquí les vamos a contar de qué se trata.

Primero que todo, la Feria de Cali no siempre ha tenido este nombre. Inicialmente se conocía como la Feria de la Caña, y coincide con la inauguración de la Plaza de Toros en 1957. Aquí la historia divaga un poco y se sabe de dos versiones principales:

La primera, afirma que la Feria nace como una forma de subir el ánimo colectivo de los caleños después de la fatídica explosión del 7 de agosto de ese mismo año. Ese día, alrededor de 4 mil personas perdieron la vida cuando un convoy militar cargado de dinamita estalló en las inmediaciones de la antigua estación del ferrocarril, lo cual causó conmoción y tristeza en la ciudad. Por este motivo, se tiene la hipótesis de que se creó la Feria para alejar la tristeza que había dejado el recuerdo de esta tragedia. 

La segunda, afirma que la Feria fue la creación de empresarios de la ciudad quienes la crearon como un evento de un mes para inaugurar la Plaza de Toros y debido a su éxito, se repitió en años sucesivos. El hecho es que el gobernador de la época nombró a Joaquín Paz Borrero como el organizador del evento, donde hubo un desfile, reinado, comparsas, cabalgatas y muchas corridas de toros. 

Para entender el nacimiento de la Feria es importante entender el contexto de la época. En ese momento Cali era una ciudad que crecía a pasos agigantados y poseía amplios recursos económicos por el auge de la industria azucarera, lo cual permitió que con la Gobernación del Valle, la Alcaldía y los recursos aportados por privados, se desarrollará el evento. 

Desde sus primeros años de existencia, la salsa se impregnó en la Feria y ambas se volvieron un sello de identidad de la ciudad y del alma de los caleños, teniendo su apogeo con Riche Ray y Bobby Cruz.  Fueron ellos quienes abrieron las puertas de la Salsa en Cali para personas de todos los estratos sociales cuando fueron invitados a la Feria de 1968. Mientras miles de personas de la barriada los recibieron en su llegada a Calipuerto, la burguesía los descubrió en el concierto donde abrieron con la canción “Lo atara la araché” y a partir de ahí la identidad caleña se fusionó con la salsa hasta el sol de hoy. 

En la actualidad, la Feria es nuestra fiesta mayor. Son cinco días seguidos donde la identidad caleña se condensa y destila en cada hogar, en cada barrio, en cada verbena. Desde encuentros de melómanos y coleccionistas a conciertos de gran formato, en la Feria hay algo para todos los gustos y todas las edades. Sin embargo, sin duda Feria sin salsa no es Feria.

Y en medio de esta fiesta de las fiestas, desde hace 17 años se encuentra Delirio, el espectáculo que reivindicando la cultura popular caleña ha logrado meterse en el corazón de cada uno de nosotros. 

Por esto este año, queremos invitarte a nuestra Edición Especial de Feria, donde al ritmo de las canciones que nos han puesto a bailar cada fin de año y acompañados de un sentido homenaje al maestro Jairo Varela y su Grupo Niche, apelaremos a la nostalgia de quienes no viven en nuestra ciudad pero no pueden evitar recorrer sus pasos cada año; a la alegría de los que estamos aquí y que entre el 25 y el 31 de diciembre limpiamos nuestros pesares a punta de baile para empezar un nuevo año recargados y a cada uno de los turistas a quienes recibimos con los brazos abiertos cuando vienen a la sucursal del cielo para vivir en carne propia ese mito que reza que “Cali es Cali señoras, señores, lo demás es loma”.

Edición especial Feria de Cali 2022
Delirio, Cali, Colombia

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